lunes, 15 de marzo de 2010

La web como tecnología de ruptura

Habiendo tanta información es un desafío ver la cosas clara. El "Dilema de los innovadores", en lo personal, me ha sido de extraordinario valor para comprender la web.

La web es una tecnología de ruptura, no es una simple evolución de la tecnología existente, es una nuevo animal.

Pasar de auto con caja de cambio manual a uno con cambio automático sin duda es una gran comodidad pero no cambia las reglas de juego de la industria. Un auto eléctrico, en cambio, cambia completamente las reglas de juego.

No es que el auto eléctrico sea mejor que el auto tradicional, no por lo menos en la actualidad. En algunas dimensiones, como ser la ecológica, es sin duda mejor. Pero no es esa la razón por la que la gente compra autos. En todas las otras, precios, prestaciones, autonomía, red de concesionarios, repuestos, etc. el auto tradicional supera al auto eléctrico.

El problema es que las tecnología de ruptura crea un nuevo universo de valor, el que no puede ser evaluado desde el universo anterior.

En la actualidad es muy costoso hacer aplicaciones en la web que igualen las prestaciones que una aplicación de escritorio. Realmente hay que trabajar mucho para que tengan un comportamiento fluido como el que logramos casi automáticamente en una aplicación de escritorio tradicional.

Surgen todos los días patrones nuevos que no hacen mas que igualar el comportamiento que las aplicaciones de escritorios tuvieron por años. ¿O acaso un "LiveSearch"no es equivalente a la "Búsqueda Incremental" que tenía el VisualFoxPro hace al menos 10 años?

Todo este esfuerzo no valdría la pena si no fuera porque la web esta cambiando la reglas del mundo.

El desempeño de las tecnología de ruptura no suelen poder igualar a las tecnologías establecidas. Una aplicación web no puede igualar a una de escritorio porque simplemente requiere de un intermediario, el browser, para poder ejecutarse. Este intermediario, por eficiente que sea, siempre implica imponer restricciones y costos extras. Pero lo interesante es que no tiene la menor importancia.

En una primera etapa tendemos a comparar las tecnologías nuevas con las establecidas, la comparamos usando los criterios en la que la tecnología de desarrollo.

Cuando evaluamos un sistema contable seguramente analizamos las prestaciones, la cantidad de usuarios que puede manejar, la forma en que maneja un plan de cuenta, etc. El fabricante seguramente ha trabajado arduamente para que dichas características fueran relevantes. En parte porque es una necesidad de los clientes, y en parte porque necesitaba diferenciar su producto de la competencia.

A largo plazo vemos sistemas sobrecargado de funcionalidad que casi nadie usa. Salvo los usuarios mas exigente. La mayoría de los usuarios usamos un editor de texto para hacer escritos breves, sin embargo Word esta fantásticamente preparado para escribir libros con indice, tabla de contenido, etc.

Lo interesante, y tal vez esto sea lo único que valga la pena de este articulo, es que la nueva tecnología no necesita ser tan buena como la tecnología que reemplazar para ser exitosa. Lo que necesita es ser suficientemente buena para el usuario promedio.

La evolución de las prestaciones de un sistema, gracias a la Ley de Moore, crece mucho mas rápido que las necesidades de los usuarios. Con el tiempo, todas las tecnologías que sobreviven, son los suficientemente buenas para que gran público la adquiera. Las tecnologías establecida lo son porque han logrado pasar el umbral de utilidad que el mercado demanda, pero como la evolución no se detiene rápidamente superan las expectativas  originales y generan una gran cantidad de prestaciones que no se usan.

Lo curioso es que el exceso de prestaciones no aporta valor alguno al usuario promedio. Si, tal vez, a los usuarios muy exigentes, que por definición son muchos menos que el usuario promedio (aunque mas rentables).

Es en ese punto donde la tecnología de ruptura tiene su oportunidad. Cuando las prestaciones de las dos tecnologías satisface las necesidades relevantes del mercado no existen diferencias entre ambas para los usuarios. Es cuando la base de la competencia cambia.

Una planilla de cálculo en línea nunca va a ser tan buena como Excel. Pero no importa, puede ser lo suficientemente buena para hacer cálculos sencillos, manejar una pequeña base de datos y hacer gráficos estadísticos simples.  Cuando este punto es alcanzado los usuarios pueden elegir por una características que tal vez sea marginal, pero que es mucho mejor en la nueva tecnología como puede ser compartir datos. Trabajar 2 o mas personas sobre la misma planilla al mismo tiempo es trivial en la web pero es un desafío en el escritorio.

Esta idea, que la web cambia las reglas del mundo, está implícita en todos los que nos dedicamos a desarrollar aplicaciones web. Solo que no es fácil visualizar como lo va a realizar. Una de las cosas que enseña el dilema de los innovadores es que no es posible predecir como va a evolucionar un producto innovador ya que por definición no tenemos experiencias previa. Otro de los aprendizajes es que posiblemente lo haga por una característica marginal o que incluso es una desventaja al comienzo.

Una critica, repetida y bien fundada, es que las aplicaciones web requiere que estemos siempre conectados. Tal vez sea esa la principal ventaja que deberíamos explorar.